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Fabricación sin papel

La fabricación sin papel consiste en el uso de sistemas electrónicos basados en software para supervisar y hacer cumplir los procesos de producción, al tiempo que se captura toda la información asociada a los registros de producción.

¿Qué es la fabricación sin papel?

Los procesos de fabricación sin papel protegen contra errores y ofrecen la visibilidad en tiempo real necesaria para fabricar siempre productos de calidad coherente.

El software del sistema de ejecución de fabricación sustituye los procesos de fabricación en papel por una ejecución proactiva de la fabricación que reduce los costes y respalda las iniciativas mejora continua y de optimización. Aplica normas empresariales para evitar errores en los procesos y proporciona un seguimiento exhaustivo de auditoría electrónica de toda la actividad de fabricación.

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Descubre las ventajas

Operaciones a prueba de errores

Sustituye los registros manuales en papel por sistemas electrónicos para eliminar el riesgo de errores de documentación y mejorar la precisión de las actividades de fabricación.

Eficiencia y reducción de costes

Automatiza las operaciones, controla los procesos en tiempo real y aplica los procedimientos en el punto de ejecución. De este modo, minimizas los gastos generales, reduces los residuos, aumentas el rendimiento y optimizas los procesos de fabricación.

Cumplimiento de los requisitos industriales y normativos

Captura, almacena, muestra toda la información de fabricación y proporciona un seguimiento de auditoría electrónica. Además, elimina el tiempo y el riesgo asociados a los procesos tradicionales de documentación manual.

Visibilidad y toma de decisiones en tiempo real

Obtén acceso instantáneo a datos operativos muy detallados, lo que permite un análisis inmediato, una toma de decisiones informada y una secuenciación eficiente de las tareas. En última instancia, todo eso mejora la eficiencia del flujo de trabajo y la agilidad operativa.

Comercialización más rápida

Optimiza las revisiones y los flujos de trabajo de la fabricación en curso, lo que permite a los fabricantes reconocer los ingresos más rápidamente y obtener una ventaja competitiva en la comercialización de productos.

Mejora el control de calidad

Evita los errores en cada paso operativo, lo que se traduce en menos problemas de no conformidad, menos desechos y repeticiones de tareas, así como un rendimiento de fabricación más predecible. De esta manera, entregas productos con una calidad coherente.

Procesos de fabricación sin papel

Los procesos de fabricación sin papel protegen contra errores y ofrecen la visibilidad en tiempo real necesaria para fabricar siempre productos de calidad coherente. Si surgen problemas de calidad del producto, los sistemas electrónicos pueden identificar, contener y remediar rápidamente los productos sospechosos, ya sea en curso o sobre el terreno. Los datos contextuales almacenados en los sistemas electrónicos de fabricación producen información que también puede ayudar a optimizar los procesos de producción, así como a mejorar la toma de decisiones con paneles en tiempo real que proporcionan tendencias y análisis.

En la fabricación sin papel, los registros electrónicos sustituyen a los registros manuales impresos. No circula documentación impresa por las instalaciones ni entre diferentes ubicaciones. Los sistemas sin papel suelen integrarse en sistemas de nivel superior, como el ERP, para obtener información sobre la lista de materiales y los pedidos que se gestionan en la planta de producción. Los operarios de las instalaciones de fabricación sin papel reciben las tareas de producción en secuencias ordenadas adecuadamente (por ejemplo, por prioridad, fecha de entrega o importancia para el cliente). Reciben señales visuales en sus celdas de trabajo para poder aplicar y acelerar la acción adecuada. Los planos, los gráficos y los procedimientos normalizados de trabajo se consultan online, lo que asegura que los trabajadores accedan siempre a la versión más actualizada. Los sistemas sin papel no solo evitan errores, sino que además proporcionan alertas en tiempo real cuando se producen problemas. Como los fabricantes realizan entregas en plazos de comercialización cada vez más reducidos y volátiles, el hecho de que los procesos de fabricación sin papel eliminen la necesidad de revisiones durante el proceso de fabricación y agilicen drásticamente (es decir, reduzcan) el tiempo de revisión final y de liberación es una ventaja competitiva que puede incrementar satisfacción del cliente, además de la oportunidad de reconocer los ingresos más deprisa.

Una habitual percepción errónea de la fabricación sin papel es que solo se trata de papel en pantalla, es decir, versiones digitales de documentos en papel o archivos PDF inteligentes. Aunque estos elementos pueden existir en un sistema de fabricación sin papel, el valor principal de la fabricación sin papel es su capacidad para evitar errores en las operaciones, al tiempo que captura, almacena y muestra toda la información de fabricación en tiempo real. Esto proporciona visibilidad de las operaciones en toda la empresa y aplica los procedimientos adecuados en la planta para eliminar errores de fabricación y asegurar una documentación instantánea, precisa y de fácil acceso para satisfacer rápidamente las necesidades de auditoría y cumplimiento normativo. Los sistemas de fabricación sin papel se auditan a sí mismos mientras supervisan y aplican los procesos de producción, lo que elimina el tiempo y el riesgo de los procesos tradicionales de documentación manual.

Los procesos basados en papel han restado eficiencia a los fabricantes de casi todos los sectores.

El problema del papel

Desde el punto de vista de la documentación, con sistemas basados en papel hay muchas más posibilidades de cometer errores. Considera la complejidad de la captura de registros. La documentación es un conjunto de papeles asociados a las operaciones realizadas, multiplicado por el número de líneas implicadas, el número de plantas de la empresa y la cantidad de datos recopilados. Aunque los registros en papel pudieran ejecutarse con una precisión del 99,5 %, cosa que no es muy probable en el mundo real de la fabricación, los errores de documentación de una empresa seguirán acumulándose hasta alcanzar decenas de miles. Los estudios demuestran, y los fabricantes lo confirmarán, que la precisión de las pruebas manuales en papel está muy por debajo del 99,5 %. Con los actuales sistemas de fabricación sin papel, no hay errores de documentación.

Desde el punto de vista de la calidad, los sistemas manuales basados en papel carecen de la capacidad de prevenir adecuadamente los errores en todos los pasos de las operaciones. Considera todos los pasos que intervienen en las operaciones de fabricación: ¿Están cualificadas las máquinas? ¿Es correcto el procedimiento? ¿Han recibido formación los operarios? ¿Se han recopilado todos los datos relevantes? Responder a estas preguntas pone a prueba la eficiencia de los sistemas basados en papel. Por este motivo, en muchos sectores de fabricación, la calidad se consigue, por decirlo de alguna manera, por la fuerza bruta, con comprobaciones y comprobaciones repetitivas, ya que no se puede confiar únicamente en los sistemas de papel.

Desde el punto de vista de los costes, los procesos basados en papel añaden gastos generales (por ejemplo, papel, mano de obra) y tiempo sin valor añadido. Su falta de eficiencia se manifiesta en todas las operaciones en forma de residuos, menor rendimiento y latencia que ralentiza el desarrollo del producto y su comercialización.

Al controlar automáticamente las operaciones en toda la empresa, asegurando que los operarios y las máquinas sean los adecuados para la aplicación y estén debidamente certificados, que la salida de material se controle en tiempo real, que todos los datos pertinentes se capturen en tiempo real y que los procedimientos se apliquen en el punto de ejecución, los sistemas de ejecución de fabricación (MES) sin papel eliminan estos problemas. El resultado es una producción más predecible.

Los fabricantes sin papel tienen menos problemas de no conformidad, menos desechos y menos repetición de tareas, una calidad de producto más coherente y menos quejas de clientes, usuarios finales y de la propia empresa. Estos resultados de rendimiento real no solo agilizan y aumentan la rentabilidad de las operaciones de fabricación, sino que también protegen el valor de la marca minimizando la exposición al riesgo.

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