Los productos fabricados durante un periodo de producción se utilizan para satisfacer los pedidos efectuados en el siguiente periodo de producción. Esto significa que, en la planificación de la fabricación para stock, la producción se activa antes y al margen de los pedidos de los clientes.
La fabricación para stock se considera una operación de «empuje», es decir, los suministros (materias primas y componentes proporcionados por el proveedor) se «empujan» a través del proceso de producción y la planificación empieza con los suministros y avanza hacia el producto acabado. En cambio, la fabricación para pedido (MTO) es una operación de «arrastre».
En el actual mercado de fabricación, un elevado inventario de productos acabados suele ser una carga de costes inaceptable con considerables gastos de gestión del inventario, almacenamiento, deterioro y otros. Además, la escasez de existencias es costosa debido a los recargos de aceleración, las horas extraordinarias y el incumplimiento de los plazos de entrega. Por lo tanto, el ideal de la producción de fabricación para stock es alinear la cantidad de productos elaborados en un momento dado con la demanda de los clientes durante el siguiente periodo de tiempo. Para aspirar a este ideal, los planificadores deben prever con de forma correcta la demanda, así como equilibrar adecuadamente los suministros y la capacidad de producción para satisfacer esa demanda.
La previsión precisa de la demanda y unas herramientas que permitan ajustes rápidos a las previsiones cambiantes son esenciales para lograr una fabricación para stock eficiente. La previsión de la demanda se ha vuelto más difícil en casi todos los mercados debido a la creciente variedad de productos para los que un fabricante debe prever la demanda, así como a factores inherentemente impredecibles que afectan a la demanda: entre otros, catástrofes naturales, crisis sanitarias y ciertas variaciones estacionales (por ejemplo, escasez geopolítica o meteorológica de materias primas).
Los modernos sistemas de planificación y programación avanzadas (APS) ofrecen a los planificadores de fabricación para stock las herramientas digitales necesarias para generar planes y programaciones factibles y eficientes, y poder ajustarse enseguida a los cambios en las previsiones de la demanda, la disponibilidad de suministros y la capacidad de producción. Los programas de planificación y programación avanzadas también pueden efectuar ajustes automáticos de la programación a partir de datos en tiempo real.
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